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Primero confirmarte que sí, que podría haber elegido un nombre menos fatalista para este espacio pero, como todo en esta vida, tiene una razón de ser. ‘La escritura o la vida’ es el título de un libro de Jorge Semprún.

Corrijo… Más que ‘un libro’, es la experiencia escrita de sus vivencias durante su encierro en el campo de concentración nazi de Buchenwald. Una metáfora de la muerte vivida en primera persona que tardó cincuenta años en escribir tras su liberación. Durante todo ese tiempo, Semprún tuvo que enfrentarse a la decisión de revivir la muerte a través de la escritura para contar su experiencia o rescatarse a sí mismo del recuerdo, para poder volver a vivir, olvidándolas a ambas. De ahí la disyuntiva: ¿escribir o vivir?

Hasta que llegué a la última página, no fui totalmente consciente de lo que supuso para mí leer aquel regalo. Nunca hasta el momento había sentido el ‘haber vivido un libro’. Se convirtió en un recuerdo real, una experiencia profunda y reveladora que me transformó en muchos sentidos.

Yo no pude superar al relato de Semprún, así como él no pudo superar a la muerte de Buchenwald. Juntos e inseparables, uno parte de una como la una lo fue del otro. Y comencé a enfocar mi inspiración narrativa desde esa perspectiva: ¿la escritura o la vida? No eran compatibles. ¿Cómo iba yo a escribir una obra como aquella, tan inteligente y tan desgarradora, tan bonita y tan triste, viviendo esta vida cómoda y fugaz, llena de pasatiempos tendenciosos?

Esa abrumadora sensación me acompañó durante años. Con el tiempo, después de muchos blogs que se perdieron en la nube y páginas de cuentos que se perdieron en el disco duro, llegué a la conclusión de que no se puede llegar a lo que es inalcanzable. La obra de Semprún quedará suspendida en la eternidad como un largo viaje al que solo la nada puede superar.

Y, mientras tanto, los demás seguiremos haciendo malabares entre la escritura y la vida, hablando de frivolidades y también de cosas importantes (sí, alguna habrá); pero sobre todo, seguiremos reescribiendo este mundo absurdo y contradictorio que nos rodea con la imaginación de quienes no han vivido lo suficiente como para no tener que inventar la realidad.

Un poco intensa, lo sé. Pero me parecía importante explicarlo.

Este artículo de Carlos Fuentes hace una maravillosa y emocionante introducción a la obra de Semprún ‘La escritura o la vida’.

Estamos vivos y obligados a asumir ese estado absurdo o al menos improbable, de proyectarnos en un futuro que nos es intolerable imaginar, aun cuando sea un futuro feliz.

Jorge Semprún